Declaraciones fundamentales II Perdón, Gracias, Te amo/te quiero

PERDÓN
Esta palabra se usa cuando no hemos cumplido con lo que prometimos, cuando nos equivocamos, cuando sin querer dañamos a otro.

Cuando uno dice PERDON asume la responsabilidad de haber dañado algo o a alguien y se disculpa, como un acto de tener el coraje de reconocer el error, dar la cara y de respeto frente a la persona que dañamos. Decir perdón es lamentar lo hecho, empatizar con el daño a otro, me importa haberte dañado y por eso digo perdón.

Perdonar
Otro es el caso del que siente que ha sido dañado, víctimas de una injusticia, sentimos rabia, resentimiento. Nos han dañado y tenemos todo el derecho a estar resentidos.

Si ese resentimiento lo guardamos largo tiempo, sin darnos cuenta, nos hemos hecho dependientes del otro. Nuestro resentimiento nos ata, como esclavos, al otro. Ese resentimiento nos persigue, nos  imaginamos peleando con es apersona, vengándonos y ese odio nos termina quitando la paz.
El resentimiento nos hace esclavos de la persona la culpamos, por eso nos quita la felicidad y la libertad.
La persona que vive en resentimiento, vive una esclavitud del alma.

Es por esto que perdonar es un acto de liberación personal, no es un regalo para quien nos ofendió. Al perdonar rompemos la cadena que nos ata al victimario. Nos damos cuenta que no sólo el otro nos dañó, también al mantener el resentimiento nos dañamos a nosotros mismos.

Perdonarse a sí mismo
Solemos enojarnos tanto con nosotros mismos, criticarnos tanto y no nos perdonamos.
Dejamos de ser nuestros propios amigos. Somos nuestro peor verdugo.

Que gran desafío es para cada uno de nosotros seguir a nuestro lado aunque fallemos, aunque nos equivoquemos. Que tranquilidad saber que yo seguiré estando conmigo mismo en todo momento “en las buenas y en las malas”, que mi autocrítica será un trampolín de aprendizaje pero que seguiré siendo mi propio amigo, seguiré estando de mi lado, aunque me equivoque.

GRACIAS
Es distinto ser educado que AGRADECIDO, esto último se nos devuelve en felicidad en nuestra vida.
A veces vemos la palabra GRACIAS como un hábito de buena educación, algo formal solamente, no significa demasiado.

Pero GRACIAS puede ser mucho más que eso. Tu hijo te ayuda con las bolsas del supermercado, tu hija a cocinar el Domingo, tu marido a resolver tu problema… ellos te aportaron, ellos respondieron a algo que les pediste, y en tu corazón sientes agradecimiento porque ese acto que otros hacen a tu alrededor, te hace sentir escuchada, importante, ayudada… y dices GRACIAS. En esa palabra reconoces el acto del otro como importante para ti, el otro se siente importante en eso, reconocido y le dan más ganas de ayudarte, porque le mostramos nuestro aprecio,  por su acto y por su persona.

El otro siente que lo hizo bien, eso se siente bien à se siente útil, orgullosos, generoso à por lo tanto quiere hacerlo otra vez.

Dar gracias es también un regalo para el que lo dice à aumenta la propia felicidad porque puedo contactarme con mi propia capacidad d sentir agradecimiento.

No decir gracias provoca en la demás desmotivación y resentimiento. Cuando uno no sabe decir gracias, las personas ya no van queriendo ayudarlo a uno, “si ni siquiera dice gracias”, porque decir GRACIAS (ojala mirando a los ojos a la otra persona) es el mínimo reconocimiento que uno puede darle a otro, cuando otro ha hecho algo por uno.

Hay otro tipo de gracias, GRACIAS A LA VIDA, que es conectarnos con lo que sí tenemos, es reconciliarnos con nuestra propia vida.

La investigación ha mostrado que una de las características que diferencia a las personas más felices es que agradecen más, a otros y a la vida.

Decir gracias a la vida es andar más feliz por la vida.

Ejemplo:

• Comer en un restaurant....>>....Gracias al que nos atendió
• En el almacén....>>....Gracias
• En el hospital....>>....Gracias
• Con el conserje del edificio....>>....Gracias
• Tu vecino....>>....Gracias
• En persona, por teléfono, por mail, facebook, twitter....>>....Digamos GRACIAS!!!.
  
  

 TE AMO/TE QUIERO
¿Cuán a menudo nos declaramos afecto?, ¿Qué nos impide hacerlo?
Al decir te quiero reconozco que eres importante para mí, que me importas. Decir esto hace sentir al otro importante para uno.

¿Por qué a veces nos cuesta?
No sentimos esa relación como una que es segura, no sabemos si seremos correspondidos.
A veces parecería que si no lo decimos estaremos más protegidos, ¿protegidos de qué? Igual lo seguimos sintiendo.

Sin embargo no decirlo puede hacer que el otro se aleje, se insegurice porque no sabe lo que quieres.
Por querer protegerte, te desproteges, le temes al dolor y sin querer lo provocas, el otro se puede alejar y eso causará aun más dolor.

Creemos que si decimos te quiero seremos dependientes y vulnerables, que el otro podrá hacer lo que quiera con nosotros. Como si decir te quiero nos debilitara à NO. Dígale a sus hijos, amigos, pareja que los quiere.

Referencias consultadas

Echeverría, R. (2005). Ontología del lenguaje. Ed. J.C.Sáez, Chile.
Fredrickson, B. (2009). Positivity. Ed. Three Rivers Press, Nueva York, USA.